El escenario no ha sido el Maracaná de Rio de Janeiro, ni el estadio
mundialista de Johannesburgo, ni el Santiago Bernabeu madrileño, ni la
bombonera de Boca, ni tampoco el Camp Nou. No, golear en estos enclaves hubiera
significado ganar en algo transcendente de lo intranscendente de la vida. No,
la goleada de esta pequeña isla rebelde de poco más de once millones de
habitantes se ha producido, un año más, y van 23 continuados, en la sede de la
Asamblea General de las Naciones Unidas ubicada en el corazón del centro
económico del imperialismo norteamericano, New York. De 193 países que hoy conforman la comunidad
internacional 188 de ellos le vuelven a decir basta al bloqueo económico,
comercial y financiero por los múltiples daños que causa a la salud, el
comercio y la economía cubana que solo durante el último año ha sufrido pérdidas por valor de 116 mil 800
millones de dólares por este origen y que por más de medio siglo los sucesivos
gobiernos de EE.UU. vienen aplicando (y el de Obama reforzando) a la isla con
la decidida intención de provocar hambre y desesperación a un pueblo que una
vez más da una noble y solidaria lección
al mundo enfrentando la epidemia del
ébola en África de manera más decidida e internacionalista que todas las
grandes potencias juntas, demostrando que Cuba da lo que tiene, no lo que le
sobra. Además de 3 abstenciones de pequeñas islas micro-estados del Pacífico,
protectoradas desde las garras del
águila imperial, sólo 2 países del mundo votaron en contra de levantar el
bloqueo más longevo de la historia de la humanidad ¿ Y cuáles son esos 2
estados canallas?…. Pues, ¡ como no ¡,… EE.UU. e Israel, aliado de crímenes y policía del Departamento de Estado en Oriente
Medio. Los dos estados más genocidas, terroristas, asesinos y violadores del
derecho internacional, confabulados en la ONU contra un pequeño país caribeño
erguido de dignidad donde la soberanía e independencia forman parte de su
quehacer diario. Incluso países europeos habitualmente hostiles en sus
políticas hacia Cuba y prostituidos a las decisiones de Washington y su brazo
armado, la OTAN, se han visto en la obligación moral de votar por el
levantamiento de tan infame bloqueo.
Si bien los grandes medios de comunicación occidentales
suelen reducir al mínimo, cuando no a omitir intencionadamente en sus clasistas
informaciones estas victorias de los pueblos sobre los poderosos del mundo,
actuando como colchones amortiguadores ante el ciudadano de a pie y sectores
populares en el afán de prevenirnos a toda costa que amemos a los oprimidos y
odiemos a los opresores, cada vez más voces se levantan desde los cuatro puntos
cardinales del planeta contra las agresiones imperialistas a Cuba y el resto de países especialmente en
Latinoamérica que han optado por formas más justas, igualitarias, democráticas
y socializantes de organizarse que las que el neoliberalismo les ha venido
ofreciendo e imponiendo. Adhesiones de
premios nobel, intelectuales, escritores, artistas, parlamentarios de la
práctica totalidad de países, sectores religiosos de diversas confesiones
incluido el Vaticano, la CELAC, UNASUR, ALBA, Unión Europea y hasta un expresidente
norteamericano (Jimmy Carter) y el mismísimo ex fiscal general de EE.UU. Ramsey
Clark vienen exigiendo a la Casa Blanca el fin del anacrónico bloqueo y las políticas
hostiles, injerencistas y de espionaje desvergonzado contra la isla
revolucionaria. Más de 5 lustros han necesitado los influyentes diarios New
York Times y Washington Post en llamar al aldabón del Despacho Oval habitado
como inquilino por el impostor premio Nobel de la Paz Barack Obama, y hoy en
sus artículos editoriales vienen reclamando más por razones de descuelgue
económico y comercial que por razones humanitarias certificar la defunción de
una medida que lleva fracasando desde Octubre
de 1962 hasta nuestros días.
¿Volverá la administración norteamericana a seguir ignorando
las resoluciones emanadas en la Asamblea General de la ONU avaladas por el 99 %
de todos los países del mundo y seguirá una vez más violando a su antojo el
Derecho Internacional?
¿Permitiría el lobby cubanoamericano de la extrema derecha
radicada en Miami, uno de los principales tumores cancerígenos que corroen a
congresistas y senadores contrarrevolucionarios por la Florida, políticos
corruptos donde los haya, y cuyas carreras políticas dependen de la generosidad
de los lobbistas, poner fin al genocida bloqueo a Cuba?
La pelota continúa en el alero del gobierno norteamericano
cada vez más aislado, aunque los pueblos del mundo siguen ridiculizando a sus
representantes cada mes de Octubre en la ONU votando en contra del bloqueo.
Cuba, la Cuba socialista y su numantina resistencia cada vez más internacionalmente
respaldada.
Si algo ha quedado perfectamente demostrado es que el águila
imperial del norte con su gran tamaño,
su pico grande y puntiagudo y sus poderosas garras, tras más de 52 años de
voraz apetito, ha sido, es y seguirá siendo vencido por el tocororo, pequeña
ave cuyo tricolor plumaje se estampa en la bandera cubana y que haciendo gala de su inteligencia,
lo sigue venciendo a pesar de su extremada fuerza.
ASOCIACIÓN DE
SOLIDARIDAD CON CUBA “MAXIMILIANO TORNET” DE HUELVA
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