José Martí nació en La Habana el 28 de enero
de 1853, hijo de los españoles Mariano Martí y Leonor Pérez. Poeta, pensador,
dramaturgo, narrador y —sobre todo— revolucionario, Martí fue arrestado, en
1869, por conspiración y por su apoyo al levantamiento del 68. En 1871 fue
desterrado a España, donde aprovechó para estudiar Filosofía y Letras y
Derecho. En 1875 comenzó un periplo de años de constantes viajes a México
(donde se casa el 20 de diciembre con la camagüeyana Carmen Zayas Bazán),
Guatemala y Nueva York, tras el que regresó temporalmente a Cuba en 1878. Allí
trabajó como profesor, y vio nacer a su hijo José Francisco. En 1879 fue
descubierta la conspiración que organizaba con el Movimiento, y fue desterrado
de nuevo a España, para en 1880 establecerse como periodista en Nueva York,
donde comenzó a contactar con militares cubanos, como el general Calixto
García, y donde entró a formar parte como presidente del Comité Revolucionario
Cubano.
Entre 1880 y 1892, José Martí publicó más de cuatrocientas crónicas sobre Hispanoamérica, Estados Unidos y Europa. Sus crónicas aparecieron en La Nación de Buenos Aires, La Opinión Nacional de Caracas, La Opinión Pública de Montevideo, La República de Tegucigalpa, El Partido Liberal de México y Las Américas de Nueva York.
En 1881 vivió en Venezuela, de donde también fue expulsado por causas ideológicas, para volver a Nueva York en 1882 y dedicarse allí a preparar la revolución final que consiguiera la independencia de Cuba: además de escribir y publicar Nuestra América en La Revista Ilustrada de Nueva York, consiguió dinero, armas, embarcaciones, entrenó a los revolucionarios, buscó apoyo internacional y mantuvo el espíritu de rebelión de los cubanos, para lo que realizó diversos viajes por países de Latinoamérica.
En 1895, cuando todo estaba preparado, les fue confiscado el contingente logístico por parte del gobierno estadounidense, y contra viento y marea lograron prepararlo todo para, en mayo de 1895 Martí, junto con Máximo Gómez y otros más, desembarcar en Playitas y avanzar tierra adentro para reunirse con otras fuerzas revolucionarias. El 19 de mayo de 1895, las fuerzas revolucionarias se enfrentaron al ejército español en Dos Ríos, batalla en la que murió.
Entre 1880 y 1892, José Martí publicó más de cuatrocientas crónicas sobre Hispanoamérica, Estados Unidos y Europa. Sus crónicas aparecieron en La Nación de Buenos Aires, La Opinión Nacional de Caracas, La Opinión Pública de Montevideo, La República de Tegucigalpa, El Partido Liberal de México y Las Américas de Nueva York.
En 1881 vivió en Venezuela, de donde también fue expulsado por causas ideológicas, para volver a Nueva York en 1882 y dedicarse allí a preparar la revolución final que consiguiera la independencia de Cuba: además de escribir y publicar Nuestra América en La Revista Ilustrada de Nueva York, consiguió dinero, armas, embarcaciones, entrenó a los revolucionarios, buscó apoyo internacional y mantuvo el espíritu de rebelión de los cubanos, para lo que realizó diversos viajes por países de Latinoamérica.
En 1895, cuando todo estaba preparado, les fue confiscado el contingente logístico por parte del gobierno estadounidense, y contra viento y marea lograron prepararlo todo para, en mayo de 1895 Martí, junto con Máximo Gómez y otros más, desembarcar en Playitas y avanzar tierra adentro para reunirse con otras fuerzas revolucionarias. El 19 de mayo de 1895, las fuerzas revolucionarias se enfrentaron al ejército español en Dos Ríos, batalla en la que murió.
Las obras de teatro de Martí (Abdala, Adúltera
y Amor con amor se paga) no tuvieron mucho éxito, aunque su única
novela, Amistad funesta, introdujo los rasgos que caracterizarían a la
novela modernista. Son importantes, también, sus cuentos: aunque de tono
infantil, presentan los grandes problemas de América Latina, como el racismo
(en «El Padre Las Casas»), la desigualdad social, la pobreza (en «Los zapaticos
de Rosa», «La muñeca negra», «Los dos príncipes»), la libertad (en «Tres
héroes») y problemas universales como la bondad moral y las virtudes (en «La
perla de la mora», «Cada uno a su oficio», «Nené traviesa», «El camarón
encantado»), o la muerte.
Sus poemas y versos han sido incorporados
al terreno musical cubano, especialmente por uno de los más genuinos
representantes de la llamada “nova trova cubana”, el admirado, siempre
respetado y amigo de los pueblos latinoamericanos, el cantautor Silvio Rguez.
-Uno
de los más grandes acontecimientos sucedidos en Latinoamérica durante el recién
finalizado Siglo XX, fue el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba el 26
de Julio de 1953 bajo la dictadura pro-yanki de Fulgencio Batista por parte de
un centenar de revolucionarios cubanos bajo la dirección de Fidel Castro Ruz.
Abortada la acción, los que lograron sobrevivir a las torturas y la muerte,
enfrentaron las cárceles del régimen batistiano durante algo más de 2 años en
los que gracias a la presión popular hubieron de ser puestos en libertad. Por
aquél acto Fidel Castro fue presentado ante un Tribunal como acusado, erigiéndose el propio Fidel en Abogado
defensor de su causa con el famoso alegato “La Historia me absolverá”. ¿Quién
si no, habría de ser el autor intelectual de dicho alegato?.....el escritor, el
dramaturgo, el periodista, el patriota,….el revolucionario y apóstol de la
República de Cuba…JOSE MARTI.
-¿Existe
relación entre José Martí, su inconmensurable legado y nosotros, los aquí hoy congregados al pié de este busto
cedido por el Gobierno Revolucionario de Cuba en 1995 a esta Universidad Internacional de La Rábida, para
rendir tributo a tan insigne hombre y mente tan preclara en el 160 aniversario
de su natalicio?. Si, existe. Esta asociación se solidaridad con Cuba de Huelva
debe su nombre a un compañero de lucha de Martí, con el que se carteaba
frecuentemente. Uno en prisiones españolas y otro, Maximiliano Tornet
encabezando la lucha de los pueblos de la Cuenca Minera de Huelva contra la
compañía inglesa que explotaba las minas de Rio Tinto. Miserables condiciones
de vida de los trabajadores y la terrible contaminación atmosférica y la lluvia
ácida asolaba toda la comarca. Cosechas, ganado, árboles, ríos, pero sobre todo
la población, sufren la agresión de los humos tóxicos de las “teleras”. La llegada al pueblo de
Maximiliano Tornet, representa una esperanza para todos. Mineros, agricultores
y miles de personas venidas de toda Huelva siguen a Maximiliano el 4 de Febrero
de 1988 en manifestación pacífica, la primera toma de conciencia ecológica de
la Historia. Exigen la mejora de las condiciones de trabajo y que se ponga fin
a las emisiones de gases tóxicos, que había sido prohibida por el Parlamento
británico desde 30 años atrás. Pero la poderosa Cía. no está dispuesta a
reducir sus beneficios económicos. Medio centenar de soldados toman posiciones
dispuestos a abrir fuego en la Pza. de Río Tinto que acabó con el trágico suceso conocido como
La Noche de los Tiros, con un saldo de más de un centenar de asesinados bajo la
lluvia de balas uniformadas.
Ambos
permanecerán erguidos ante nosotros, ante las capas populares y pueblos del
mundo, él, Maximiliano como dirigente revolucionario cubano consiguió acabar
con las emisiones asesinas de la Cía. inglesa, y él, Martí al que hoy
conmemoramos, cuya figura y obra imperecedera será recordada por los siglos de
los siglos.
A
continuación, los reunidos en torno al busto de Martí disfrutamos de la lectura
de un fragmento de su obra Los Zapaticos de Rosa, para finalizar con tan
entrañable y digno acto dando VIVAS A JOSE MARTI, MAXILIANO TORNET, FIDEL, Y LA REVOLUCIÓN CUBANA con un
recordatorio a los 5 héroes, ejemplo de dignidad mundial y herederos de tan sublimes
referentes.
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